En medio de tanto ajetreo diario y de noticias cada vez mas dolorosas y negativas que nos agobian y entristecen, permìtanme que al igual como nuestra amiga Evelyn Perines en su blog nos estimula contándonos como en primavera reviven, croan y cantan sus ranas, yo los invito a compartir este trozo de lectura, sacado del libro El Niño Chileno de César Bunster, antiguo ejemplar que guardo como tesoro y que suelo releer, con ello disfruto reviviendo momentos de la infancia. Además y como regalo para la recreación van algunas fotos recién tomadas de las flores que de todos colores en esta maravillosa estación, alegran e iluminan los espacios de Curantú.
HAY QUE CULTIVAR LA ALEGRIA (C. Wagner)
¡Nada hay más hermoso que la alegría!. Es una chispa de la divinidad, una hija de los cielos. Eleva el corazón, ilumina el pensamiento, Suprime las distancias, acerca entre si a los hombres, nos inclina a la piedad, nos hace más fuertes y mejores. Es tan buena y vale tanto, que es necesario sin vacilar, sacrificar todo lo que la aminora y buscar todo lo que la aumenta, La alegría tiene sus días grandes. En el tiempo en que la Naturaleza se despierta, en que todo germina, en que el labrador siembra, ¿habéis visto a la alondra salir de surco y cantar, subiendo hacia la luz, llevando en su himno toda el alma de los campos?.
En ciertos días en que las manos se estrechan espontáneamente, la alegría es como la alondra. Sube, y en su canto, que resume toda la vida, parece decirle: - Te amo, vida, en tu amanecer y en tu ocaso, en tus llantos y en tu sonrisa, en tus esfuerzos viriles y en tus pacíficos descansos; te amo bajo todos los cielos, en todos los tiempos , en todos los ojos cerrados que duermen bajo la tierra, y en cualquiera que sea mi suerte, soy feliz al vivir, y me abandono con reconocimiento a la voluntad clemente, por la que existimos, y que nos envuelve para siempre!.”
¡Nada hay más hermoso que la alegría!. Es una chispa de la divinidad, una hija de los cielos. Eleva el corazón, ilumina el pensamiento, Suprime las distancias, acerca entre si a los hombres, nos inclina a la piedad, nos hace más fuertes y mejores. Es tan buena y vale tanto, que es necesario sin vacilar, sacrificar todo lo que la aminora y buscar todo lo que la aumenta, La alegría tiene sus días grandes. En el tiempo en que la Naturaleza se despierta, en que todo germina, en que el labrador siembra, ¿habéis visto a la alondra salir de surco y cantar, subiendo hacia la luz, llevando en su himno toda el alma de los campos?.
En ciertos días en que las manos se estrechan espontáneamente, la alegría es como la alondra. Sube, y en su canto, que resume toda la vida, parece decirle: - Te amo, vida, en tu amanecer y en tu ocaso, en tus llantos y en tu sonrisa, en tus esfuerzos viriles y en tus pacíficos descansos; te amo bajo todos los cielos, en todos los tiempos , en todos los ojos cerrados que duermen bajo la tierra, y en cualquiera que sea mi suerte, soy feliz al vivir, y me abandono con reconocimiento a la voluntad clemente, por la que existimos, y que nos envuelve para siempre!.”
4 comentarios:
Hermoso fragmento el que nos compartes Chabe. Sin duda, la alegría es un estado que todos los humanos queremos sentir, vivir. Yo por mi parte, siempre voy por la vida con una mirada positiva, buscando lo hermoso y lo alegre de este regalo que es vivir. Este año 2007 ha estado lleno de alegrías para mi, el principal, el nacimiento de mi hija Sofía, que como dice el fragmento: La amo bajo todos los cielos...
Un abrazo!!!
Isabel margarita, el fragmento que has publicado expresa lo que es esa emoción que tantos no aprecian o han olvidado cultivar, recibe un fuerte abrazo virtual
y pensar que la vida es tan llena de esos hermosos momentos!! Hace un tiempo atrás tuve el inmenso privilegio de ver una charla de una psicóloga sobre el tema de la felicidad. ella comentaba que hace un tiempo atrás atendió a un señor de unos cincuenta años que era ciego... decía que venía a consulta porque su vida ya no tenía sentido... al contarle su historia la terapeúta lo único que se lo ocurrió fue dejárle la enorme tarea de que, cada vez que sintiera que si vida tenía sentido lo escribiera en un papel... La próxima sesión el caballero llegó con dos cuadernos llenos de escritos, le dio un abrazo a la terapeuta y se fue agradecido... Ella, intrigada abrió los cuadernos y leyó las reflexiones de su paciente... a la segunda página ella lloraba como una magdelena!! y se dio cuenta que ella era la mitad de feliz que lo que era él..
Las frases hablaban sobre lo hermoso que era escuchar un risa de los niños en la plaza, el intenso aroma de los flores en la mañana, lo agradable de sentir el gas en la nariz al tomar una bebida bien helada, la maravillosa experiencia de secarse el cuerpo con una toalla suave... en fin, un sin número de frases que no hacían más que agradecer esos instantes que muchas veces pasamos por alto porque pensamos que la felicidad y lo hermoso de la vida se encuentra en los grandes momentos...
Creo que si logramos comprender que la felicidad es un micromento dentro de unos miseros segundos y que se encuentra en el lugar en donde uno se proponga encontrarla, todos viviríamos en un mundo más agradecido del hermoso acto de poder abrir lo ojos e impactarse del inmenso regalo que es estar vivo.
soy gazzi y vi tu pagina, es muy recontra interesante, me gusto muchisimo, ojala tenga oportunidad de visitarla a fines de enero o a principio de febrero, ya q estare en tongoy en esa fecha juntos con 1 grupo de amigos. te felicito por tus logros. gazzi jacob
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